Existen grandes dudas sobre este tema en las parejas que deciden acabar con su relación. Unas optan por el divorcio y otras simplemente, deciden separarse. Pero, ¿sabemos cuáles son las diferencias entre ambas?
En primer lugar, la separación no implica la ruptura del matrimonio, sino el cese de la convivencia y la vida en común de la pareja. Es decir, esta no implica que el vínculo contraído al casarse desaparezca. Y por lo tanto, no podrías unirte en matrimonio con otra persona, pues no te has divorciado de tu anterior pareja. La separación solo rompería el vínculo matrimonial en caso de fallecimiento o divorcio.
Por el contrario, el divorcio si supone la disolución del vínculo matrimonial, así como, el derecho sucesorio entre los cónyuges y la ruptura del régimen económico establecido con el matrimonio. En este caso, después de una sentencia firme de divorcio, cualquiera de los cónyuges puede volver a casarse. Los dos tipos de divorcio que existen son el contencioso, es decir, el que se lleva a cabo delante de un juez por falta de acuerdo entre las partes, y el de mutuo acuerdo.
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