Un divorcio con hijos adolescentes puede ser mucho más complicado de lo que podemos imaginarnos. La edad más complicada para un niño es durante la etapa de la adolescencia. Durante este tiempo es cuando se producen los mayores cambios en el desarrollo de una persona, pasan de ser niños a ser adultos. Además, suele ser la época que presentan una mayor rebeldía, motivo por el cual, el divorcio se hace más complicado.
El principal motivo que dificulta el proceso, es el gran cambio que supone para el adolescente. Tienen que aprender a vivir de una manera diferente a lo que ya conocían anteriormente. Este cambio suele ser en ocasiones bastante traumático. Además, al contar ya con cierta madurez, los padres hacen partícipes a sus hijos del proceso de divorcio. Algo que en ocasiones, resulta perjudicial para los menores.
A continuación, les dejamos algunos consejos para que el proceso sea mucho más sencillo:
-En primer lugar, debemos ser sinceros con nuestros hijos. Cuando ellos ya saben la verdad, no esperan sorpresas, y por lo tanto, no quedan tan traumatizados tras el divorcio.
-Evitarles situaciones conflictivas.
-No usarlos de arma arrojadiza contra el otro cónyuge.
-No tengáis prisa. Los adolescentes necesitan asimilar todo lo que ocurre.
-Mantener una relación sana con vuestros hijos.
-No los pongáis en contra de su otro progenitor.
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