En algunas ocasiones, aunque ambos progenitores no estén de acuerdo con el régimen de custodia compartida, el juez determina que ambos son aptos para ejercer dicha custodia. Este régimen se considera el más favorable para satisfacer los intereses de los hijos.
Pero la realidad es que en la mayoría de los casos, se comenten fallos cómo: falta de comunicación, acuerdos o ausencia de cooperación en favor de los hijos. Cómo suponemos, ninguna de las acciones anteriores nos conducirán hacia el éxito en la custodia compartida.
Sin embargo, no está todo perdido. La clave para conseguir el éxito en la custodia compartida, es no pensar en nuestra ex pareja, sino en los intereses de nuestros hijos. Debemos saber que todo lo que hagamos en contra del otro progenitor, recaerá sobre los niños. Por ello, es importante crear una atmósfera civilizada y respetuosa. Es decir, mantener una relación cordial con el padre o madre de nuestros hijos. En el caso de que no consigamos esta cordialidad, debemos acudir a un mediador. Esta persona se encargará de mantener dicha comunicación entre ambos. Así, no habrá problemas, pues no tendrán ni que verse en persona si no lo desean.
En los divorcios con hijos, lo principal es pensar en el bienestar estos. Por ello, debemos hacer el esfuerzo y poner de nuestra parte para conseguir la mejor relación posible con nuestra ex pareja. De esta manera, funcionará el régimen de guarda y custodia que determine el juez.
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