En ocasiones, aunque se trate de un divorcio conflictivo en el que no hay acuerdo, el juez decide que lo mejor para los hijos es que ambos progenitores compartan la custodia de estos, mediante un régimen de custodia compartida. Ante esto, los progenitores tienen los mismos derechos y obligaciones en el cuidado de sus hijos. Lo que hace que existan diferencias entre ambos, pues al ser un régimen impuesto por el juez, la convivencia resulta difícil de gestionar.
Para ello, aquí les dejamos algunas claves para conseguir que funcione el régimen de custodia compartida:
-Según un estudio presentado por la organización Atyme, ‘El cuidado conjunto de los hijos. Custodia sin acuerdo’, señala que: ‘el punto central de esta opción de custodia no es tanto la cantidad de tiempo que pasan los menores con el padre y con la madre, como el compromiso de ambos progenitores de cuidar a sus hijos en dos casas separadas pero manteniendo una atmósfera de postdivorcio civilizada y respetuosa, sin necesidad de una división tan precisa de los diferentes aspectos de la vida del niño’.
-También, es importante contar con la colaboración de ambas partes. Aunque, tengan posiciones enfrentadas deben intentar mantener una comunicación fluida con el fin de satisfacer las necesidades de los hijos. Así como, no enfrentar a los hijos con el otro progenitor. Debe haber respeto y no involucrar a los niños en riñas propias de los adultos.
En España, el tipo de custodia predominante es la exclusiva, ejercida, fundamentalmente por la madre, pero en los últimos años esto ha ido cambiando.
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