Cuando se termina una relación sentimental lo pasamos realmente mal. Tanto la parte que lo deja, como la que es dejada, experimentan un cambio en el bienestar emocional. Esto se debe al dolor que nos produce abandonar la relación en la que estamos.
Un estudio dirigido por la Universidad de Lancaser determinó que desarrollar una imagen más concreta de los problemas de la relación, nos ayudan a comprender mejor cuándo las cosas van mal. De esta manera, si se acaba la relación, seremos conscientes de todo lo que ha ocurrido hasta el final. Y por lo tanto, no sufriremos de igual manera.
Además, este estudio señala que no es cierto que las mujeres muestren más sus sentimientos y hablen más de los problemas de la relación que los hombres. Esto quiere romper con el estereotipo de que los hombres están menos involucrados en las relaciones de pareja.
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