Si hay un período del año que causa verdaderos quebraderos de cabeza entre los padres separados, sin duda son las vacaciones de verano, en concreto, la repartición de las estancias durante estos meses.
Pero esto no debería ser un drama, si lo tenemos todo expuesto con claridad en el convenido regulador. En este, se especifica tanto las estancias como su duración, así como la repartición en los meses de verano. Que puede ser: semanal, quincenal o mensual. Todo ello va a depender de los intereses de los padres. En base a sus trabajos, viajes o actividades durante estos meses.
Con respecto al régimen de visitas, lo normal es que se suspenda durante las vacaciones, por lo que quedarían anulados tanto fines de semanas como intersemanales.
Cada convenio y cada sentencia es un mundo, por ello, no existe una norma general que las englobe todas. Lo importante es tener claro el convenio regulador, para evitar posibles problemas a posteriori.
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