Los conflictos entre adultos no tienen que perjudicar a los hijos, por lo tanto, los niños tienen derecho a relacionarse aunque se haya producido la disolución familiar. Así lo ha establecido la Audiencia Provincial de Barcelona, que en una reciente sentencia declara el derecho que tienen los menores a pasar tiempo juntos sin la presencia de aquellos adultos que generen situación de conflicto.
En este caso, el hijo dejó de visitar a su hermanastra, puesto que, en el domicilio del padre no se encontraba bien. Esto era debido al continuo maltrato psicológico que sufría a manos de la pareja de su progenitor. Ante esto, el menor manifestó su malestar con la madre de su hermana y el motivo por el cuál no quería pasar tiempo en la vivienda de su padre.
Finalmente, la Audiencia Provincial de Barcelona, ha establecido un régimen de visitas fuera del domicilio del padre y sin la presencia de su pareja, para que el menor pueda pasar tiempo con su hermana. Esto será así hasta que el menor cumpla la mayoría de edad, pues a partir de entonces, no tendrán que ir acompañados de un adulto.
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