Algunos niños y adolescentes, empiezan a desarrollar malas conductas desde bien jóvenes. Faltar el respecto, amenazar o romper objetos, son algunas de las prácticas más frecuentes. Ante esto, muchos padres al no encontrar solución, se preguntan desesperados: ¿Qué puedo hacer?
El psicólogo especialista, Guillermo Blanco, explica que: “tienen impulsividad y necesitan un proceso de aprendizaje que les frene. Los niños quieren, en muchas ocasiones, imponer su criterio con comportamientos equivocados”. Además, asegura que los niños repiten modelos que ven no solo en casa, sino también fuera de esta. Por ello, según el especialista, debemos ser firmes y poner límites, diferenciando lo que está bien y lo que no, para así evitar posibles malas conductas.
Para los niños, es difícil gestionar las emociones. Por ello, es recomendable escuchar lo que demandan y tener paciencia, ya que, si estamos tranquilos, ellos también lo estarán. Los expertos aseguran que: “las familias deben trabajar la empatía, esto es, conseguir que el niño tenga conciencia sobre lo que ha hecho y a quien ha podido perjudicar. Es mejor no pedirle que se disculpe porque, aunque seguramente lo haga, no entienda el motivo de sus actos. Por ello, resulta más satisfactorio trabajar desde este entender al otro”.
Es importante resolver este tipo de cuestiones a tiempo, ya que, si las dejamos pasar, puede ser que con el tiempo se agraven y sean más difíciles de gestionar.
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