Si una ruptura sentimental siempre resulta ser un trago difícil ya en condiciones normales, ¿pueden llegar a imaginar lo que sería atravesarla durante la cuarentena, sin poder salir de casa?
La pandemia del Covid-19 no solo ha azotado cruelmente a la salud, sino que también a hecho estragos en el equilibrio emocional y mental de todas las personas del mundo. Se ha incrementado la ansiedad, impotencia o el dolor de un futuro cada vez más incierto. Si a esto le sumamos el estrés de una ruptura, todo se multiplica por mil. Por ello, como bien dicen los expertos, ‘es momento de empezar la relación más importante que tenemos, con nosotros mismos’.
Una vez dado el paso hacía la ruptura, uno de los mayores problemas que se presentan es la venta de la vivienda tras el divorcio. La decisión más común es vender la vivienda a un tercero a través de un acuerdo entre las dos partes. Sin embargo, ¿qué sucede si hay desacuerdo?
En primer lugar, se puede recurrir a la vía judicial para un procedimiento de división. Esta es la solución más rápida y sencilla, y siempre asesorado por un abogado, se puede llegar a un acuerdo ventajoso para ambas partes. Pero si una de las partes no está de acuerdo, es cuando da comienzo un proceso judicial más lento y costoso. En este caso, un juez podría ordenar la venta del inmueble en subasta pública, eso sí, a un precio muy por debajo del precio de mercado.
Sin embargo, la alternativa para evitar ir a juicio sería acudir a una empresa dedicada a la compra de proindivisos, es decir, cuando un bien es común, de varias personas. Estas empresas, se apoyan en el artículo 400 del Código Civil: ‘nadie está obligado a permanecer en una copropiedad y, por tanto, pueden vender libremente su parte’. Sin embargo, por esta vía se suele pedir que la casa no tenga cargas hipotecarias o que no existan hijos menores en común, puesto que, en estos casos es un juez el que dictamina quién se queda con la casa.
En cualquier caso, siempre es recomendable acudir a un abogado, ya que es la persona indicada para asesorarnos.