Mediar en un proceso de divorcio conflictivo para que los hijos no sufran, es la prioridad máxima que se debe de llevar a cabo en una ruptura. Debemos de tener muy presente que aunque, debemos hacer partícipes a los niños de los acontecimientos que suceden, no son las personas que se divorcian.
La Presidenta de la Asociación Filia de Amparo al Menor, ha explicado al periódico digital, El País: ‘el objetivo es concienciar sobre los efectos gravemente perniciosos que causa, en ocasiones, en los hijos cómo se relacionan algunos progenitores -odio, rencor- antes, durante y después de finalizar los procesos judiciales de alta conflictividad familiar’. Además, ha asegurado que esto es un tipo de maltrato invisible, ya que, los cónyuges utilizan a los hijos para conseguir fines propios.
Sin embargo, para acabar con esta situación, hace falta mucho trabajo y esfuerzo, ya que, en países como España, las víctimas contemplan cierto vacío legal e institucional. Y aunque, siempre se busca el interés del menor, debido a la gran polarización social que vivimos, se desvirtúan por completo la bondad en la defensa. Por lo que, resulta prácticamente imposible si no cuenta con un buen asesoramiento legal.
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