El régimen de visitas se trata de un derecho-deber que cada progenitor tiene hacia su hijo. Y este debe cumplirse aunque ambos progenitores vivan en países diferentes.
El Tribunal Supremo recuerda que no existe ninguna ley que diga cómo debe de organizarse el sistema de visitas en los casos en los que los padren viven lejos. Por ello, cuando no existe acuerdo, se deben tomar las medidas más beneficiosas para el menor.
En estos casos, es importante concretar la frecuencia y duración de las visitas, así como, establecer quién se encargará del traslado del menor y de los gastos que esto conlleva, estableciendo un reparto equitativo de las cargas.
No existe una ley general que englobe todos los casos. Por ello, lo primero es buscar un buen asesoramiento legal.
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