Desde ayer domingo, España entera está conmocionada con el testimonio que relataba Rocío Carrasco Mohedano en relación a sus hijos. Haciéndonos partícipes del sufrimiento que había estado aguantando 20 años atrás, por según ella, su ex pareja Antonio David Flores.
Y pensaréis, ¿qué tiene que ver Rocío Carrasco con el título de la noticia? Pues bien, el síndrome de alineación parental es precisamente lo que demandaba ayer Rocío a lo largo de todo el capítulo documental, es decir, la manipulación que habían tenido sus niños por parte de su padre para conseguir romper vínculos con ella.
Este síndrome constituye un conjunto de síntomas que experimentan los niños, cuando un de los progenitores mediante diferentes estrategias, consigue destruir toda relación que tienen los hijos con el otro progenitor. Esto suele ser habitual tras un proceso de divorcio o separación, y se produce cuando:
-Un progenitor insulta al otro en presencia del hijo.
-Cuando se impide el derecho de convivencia.
-Cuando se incentiva a los hijos a realizar conductas despectivas hacia el otro padre.
-O cuando se les influye o manipula para que no quieran ver al otro progenitor. Para más información, pincha aquí
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